Simetría axial y central.
Desde los comienzos de la humanidad la simetría está en nuestras mentes. Aunque en un principio fuese de forma intuitiva más que racional, nuestra especie comprende lo simétrico desde sus orígenes y ha sabido encontrar relaciones de simetría en los lugares más insospechados y concebir modos de explotarla o simplemente de apreciarla.
La simetría en la arquitectura implica axialidad, o centralidad en la forma del edificio. La forma simétrica puede mostrar una estabilidad y control sobrio. Sin embargo, los elementos arquitectónicos simétricos también pueden evocar armonía y orden en un espacio.
Desde los tiempos de la antigua Roma el sentido que tenía el concepto “clásico” llevaba implícito un carácter simétrico. En el mundo romano, un objetivo siempre presente durante una construcción o su planificación era el predominio de la regularidad y simetría.
